domingo, 4 de julio de 2010

44 regresos

Mi padre hoy podría ser mi hijo"

Entregados a sus familiares los restos de 44 fusilados del franquismo

NATALIA JUNQUERA | Aranda- ElPaís.com 03/07/2010

"Mi padre hoy podría ser mi hijo. Lo mataron cuando tenía 36 años y yo tengo ahora 78. Estoy muy contento de haberlo recuperado, he cumplido un sueño". Ampelio Antón ha recibido esta mañana un pequeño cofre con los restos de su padre, fusilado y enterrado en una fosa común con otras 28 personas en 1936. Ampelio ha dedicado su vida entera a buscar, en cada una de las cuatro fosas del monte de La Andaya (Lerma, Burgos) un esqueleto con un reloj.

    Los arqueólogos rescataron 85 esqueletos en dos veranos en este paraje. El reloj no apareció, pero el análisis de ADN permitió identificar a uno de ellos como su padre. "Debieron de quitárselo antes de asesinarle. Los forenses me han enseñado el cráneo y las balas que le mataron ", ha explicado Ampelio antes de enterrar a su padre bajo una lápida que se ha hecho construir en su jardín "con una piedra especial encargada en Zamora y letras de bronce".

    La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y la Sociedad de Ciencias Aranzadi han entregado esta mañana a 44 familias los restos identificados de los suyos en un acto cargado de emoción en la Casa de la Cultura de Aranda de Duero. Algunos de ellos habían hecho muchos kilómetros, desde Brasil o Francia para asistir a la ceremonia. Todos habían esperado más de 70 años para recuperar los restos de sus seres queridos.

    "Soy Santiago Revilla, el hijo mayor de Pedro Revilla Barbero, alcalde de Nebrera. No me separé ni un minuto de él hasta que se lo llevaron...". "Soy Máximo, el hijo pequeño, aún no había nacido cuando lo mataron", han dicho al recoger su cofre. José Ignacio Casado y José María Rojas, investigadores, casi tan emocionados como los propios familiares, han ido llamando a los descendientes de las víctimas para entregarles los restos después de recordar en voz alta la breve biografía de cada uno. Hay chicos de 17 años, muchos maestros, corporaciones casi enteras de los pequeños ayuntamientos de la zona o parejas de hermanos que fueron fusilados juntos.

    Han sido identificados gracias al trabajo de dos años de Aranzadi que realizó la exhumación arqueológica y el análisis de ADN, pero también gracias a la investigación en archivos penitenciarios y al hallazgo de los objetos que portaban las víctimas en sus últimas horas: la alianza de casado de Tomás Requejo con el nombre grabado de su esposa Benita, o los botones del uniforme de un empleado del Patronato Nacional de Turismo.

    El forense Francisco Etxeberría, que ha dirigido con el arqueólogo Luis Ríos las exhumaciones, ha asegurado que no va a poder rescatar a todas las víctimas que aún yacen en las cunetas, pero que "cada uno de los que rescatamos es el padre de todos". También ha explicado que el trabajo a pie de fosa le ha servido para darse cuenta de que víctimas no son solo los dueños de los huesos atravesados por las balas que él examina en el laboratorio, "sino también sus familias, sus viudas, sus hijas".

    El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, ha querido recordar a Toru Arakawa, un japonés que cruzó el mundo dos veces para ayudar a encontrar los restos entregados esta mañana y que falleció el año pasado. Silva ha lamentado que el trabajo de búsqueda de desaparecidos sigan haciéndolo "voluntarios y no funcionarios" y que el único juez que se atrevió a investigar los crímenes del franquismo "haya terminado exiliado en La Haya".

    "Esto que estamos haciendo hoy debería ser un funeral de Estado", ha añadido. "Me parece imperdonable que la historia de estas 44 personas no esté en los libros de texto y que en cambio todos tengamos que pagar con nuestros impuestos la tumba del dictador [en referencia al Valle de los Caídos], es un insulto para las víctimas.

    La noticia en su origen:
    "Mi padre hoy podría ser mi hijo" · ELPAÍS.com
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    Es de justicia que cada familia pueda enterrar con dignidad a sus miembros, víctimas de una guerra fratricida y cruel como la española. Negarles ese derecho es mantener abierta una herida que, además, sigue gangrenando nuestra Historia reciente.

    Mi felicitación por el “regreso a casa” de todos ellos.

    3 comentarios:

    1. Trazaron en el aire su propio destino y no hay horror que pueda detenerlos, ni falanges, ni dictadores, ni estúpidas leyes que puedan impedir que vuelvan de las sombras a las que fueron arrojados, del anonimato, de la falta de identidad, de entidad. Vuelven, están, siempre están, padres, hijos, abuelos, hermanos, amigos, camaradas, están, dando vuelta por ahí, representando con su desaparición el último acto de terror que se puede cometer contra una persona. Pero vuelven, no se pierden, mientras sigan siendo recordados por familiares, grupos de derechos humanos, ciudadanos, volverán de ese horrible asesinato masivo que hicieron con esas generaciones de bellísimas personas. Ellos son exiliados de la realidad, de la historia, del presente, sin pasaportes ni fronteras, ni fosas, ni documentos persisten en la tierra, en las aguas, en las fosas, en los cementerios a la espera de dar su veredicto, de contar la verdadera historia, esa que Franco torció a la fuerza e intento ocultar. Maldito Franco, maldito concepto de “desaparecidos” (esa palabra que tan bien supo (tristemente) acuñar la argentina del Proceso).

      Los buscadores de sueños y personas desaparecidas ayudan a esas almas que penan a cruzar el desierto de olvidos, la ausencia, de su eterno estado de suprimido existencial. Los ayudan a volver de la nada a la vida y a la muerte. Que buen trabajo que hacen todos, la humanidad entera debería estarles agradecidos (y no solo sus familiares).

      Para reconstruir la historia tenemos que estar todos, para reconstruir la memoria tienen que estar los desaparecidos aparecidos. Malditos, todo cuanto tocaron cayo malherido. Esas visitas que nos hacemos, en el reencuentro y en el recuerdo, ellos desde el vacío que todavía no es muerte, y nosotros que vivimos sin vivir realmente, cercas unos de otros, es el ser que pone un dedo sobre el tiempo y nos dice que desconocer la vida es un error y será siempre un error. Caballeros del terror que repelen la luz y la belleza, que son genocidas y seres patéticos e inseguros, devuelvan lo que le quitaron al Pueblo y sobre todo, lo que le robaron a la humanidad, seres humanos, de carne y hueso, con familias e historias que fueron arrancadas de la realidad por sus infelices y enfermas manos. El horror es un guión extremo. Olemos la soledad a la distancia, el dolor a la distancia. Nuestro pensamiento siempre insiste en traerlos y devolverlos.

      Que bueno que pudieran encontrar estos restos, haberles hechos el trabajo de ADN para encontrar la identidad que les fuera sustraída. Ojala los encuentren a todos, para que ellos y nosotros podamos descansar en paz, teniendo la historia completa y no partida.

      Que buena noticia, que alegría me da entre tanta sombra y tanto desencanto que el presente y la historia me regalan a cada hora.

      Amiga gracias por ser como sos, por buscar e intentar que las cosas sean diferentes. Te dejo un beso gigante.

      HologramaBlanco

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    2. Una tristeza total Mariluz, ojalá todas las fosas sean abiertas...qué fea palabra 'fosa' verdad?
      Fosa común, como si cada ser humano fuera una bestia.

      Mis abrazos.

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    El loco está abierto a todas las opiniones,
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    Gracias por compartir tus locuras...