viernes, 27 de febrero de 2009

El manipulador manipulado

'A Ingrid le gusta manipular'

Los tres estadounidenses, en la presentación del libro.  Efe

Los tres estadounidenses, en la presentación del libro. Efe

Salud Hernández-Mora Bogotá viernes 27/02/2009

Nadie se había atrevido a tanto. Los libros que escriben secuestrados cuando recobran la libertad no sacan los trapos sucios de sus relaciones con el resto de rehenes. Dos de los tres cautivos norteamericanos, que pasaron seis años en las selvas colombianas, rompieron la regla no escrita y se fueron lanza en ristre contra Ingrid Betancourt.

"Ingrid es una persona a la que le gusta manipular", fue lo más suave que escribieron Keith Stansell y Tom Howes de ella en 'Out of Captivity', la obra que ya se encuentra en las librerías de Estados Unidos desde esta semana. Añaden que una vez les acusó de ser de la CIA ante el comandante de las FARCencargado de su vigilancia.

"Betancourt es una persona a la que le gusta controlar y manipular", manifiesta Howes, y "eso en cautiverio es una cosa muy difícil". Señaló que la ex candidata presidencial, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008, está "interesada en ella misma" y puso como ejemplo que en ocasiones llegó a "no querer compartir la comida en partes iguales".

'Una arrogancia fuera de control'

Ingrid Betancourt, durante su cautiverio.

Ingrid Betancourt, durante su cautiverio.

"La vi intentar querer asumir el control del campamento con una arrogancia que estaba fuera de control", dijo Keith Stansell. "Algunos de los guardias nos trataron mejor que ella", agregó el ex infante de marina.

Pero como no todo el mundo tiene la misma mirada, el tercer en discordia, autor por partes iguales del citado libro, Marc Gonsalves, narró que no solo nunca tuvo problemas con ella sino que mantuvieron una estrecha amistad. Admiraba la valentía de Ingrid que no cedía ante sus captores.

Los tres norteamericanos no son los primeros que rememoran en un libro sus terribles experiencias. Otros antiguos cautivos, entre ellos el propio Pérez, hicieron lo mismo pero nunca quisieron adentrarse en las aguas pantanosas de las relaciones personales durante sus años de infierno. "Lo que ocurrió en la selva, allá se queda", suelen decir.

Ingrid prepara su propio libro

Betancourt prepara su propio libro y el de Clara Rojas, que quedó embarazada en cautividad y que no ha querido revelar la identidad del padre, sacará el suyo en las próximas semanas. No parece probable que ninguna de ellas, desde luego no Rojas, destapen la caja de los truenos. En las entrevistas que El Mundo ha sostenido con diferentes ex secuestrados, la idea es clara: les condenaron a vivir en condiciones infrahumanas, tan duras, que es lógico que la convivencia no fuera fácil.

"Pero yo no habría sobrevivido sin la ayuda de mis compañeros, encontré personas excepcionales", dice Consuelo González, una de las mujeres que pasó más años en manos de la guerrilla.


No tengo la más remota idea de cómo se puede vivir "malviviendo" y sobrevivir al infierno de un cautiverio -y en las condiciones geográficas transmitidas- como el que han padecido los "actores" del artículo...
No tengo intención de juzgar a nadie y menos en esas circunstancias inhumanas...
estas palabras nacen de la "chulería innata" de los gringos, que se me contagia cuando veo a los típicamente gringos arremeter contra todo lo que les haga "sombra", porque me recuerdan el juego de crear trabalenguas de mi infancia:

«el manipulador está manipulado ¿quién lo manipulará?... el manipulador que lo manipulare, buen manipulador será».

1 comentario:

  1. Creo que la opinio sobre la señora ingrid betancourt es muy dificil de que sea verdad tan solo ver la gran desigueladada politica en colombia podemos entender que no es cierto

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